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Ruta #55 de cicloturismo, fotografía e historia en Florida |
En la ruta #55 de cicloturismo, fotografía e historia, regresamos a la Florida más rural donde estaremos imbuidos desde el principio en paisajes olvidados; apacibles localidades apartadas de los circuitos turísticos, grandes ganaderías, ranchos y gigantescas plantaciones de cítricos. Serán un total de 121 millas de ida y vuelta repartidas en tres puntos fundamentales entre los condados de Martin, Okeechobee y Highlands. Así, partiremos desde la comunidad de Indiantown, otrora punto de intercambio entre los Seminoles y el hombre blanco y pasaremos por la ciudad de Okeechobee, en un tramo en el que el gran lago del mismo nombre, uno de los mayores del país, estará en ocasiones a menos de una milla de distancia hacia el suroeste. Entre tanto verde y ocre otoñal, graneros y establos, terrenos interminables, kilómetros de alambradas y de estrecho asfalto, tierras inundadas, variada vegetación, construcciones de madera, ruinas antiguas y animales salvajes que se cruzan a veces fatalmente con la carretera, encontraremos el ancho y caudaloso río Kissimmee y el histórico lugar en el que estuvo el Fuerte Basinger, remanente de las guerras contra los nativos hace ya casi dos siglos. Finalmente, terminaremos en Lorida, un pequeño pueblo situado a orillas del también extenso lago Istokpoga. Un día como hoy en 1978, Mario P. Goderich, exiliado cubano, se convertía en el primer juez hispano mientras que en 1981, Maria Marinello Korvick, era designada como la primera mujer en alcanzar dicha posición en la Florida.
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Seminole Inn en Indintown |
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Entrada al pueblo |
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Seminole Inn |
Por Martin County hemos pasado anteriormente durante las rutas #27 y #44, y una vez más seguiremos descubriendo el Sunshine State, sus pueblos y su gente, recorriendo sus infinitos caminos y variados paisajes. Esta vez partiremos desde Indiantown, una comunidad campesina cuyo nombre hace referencia a sus fundadores, los indios. Este lugar fue un Trade Post, punto de intercambio o tienda en el que los Seminoles comerciaban todo tipo de productos con los colonos de los territorios circundantes. Hacia 1890, comenzaron a llegar nuevos pioneros y la aldea creció considerablemente. Ya en la década de los \’20, la compañía ferroviaria Seaboard Air Line Railroad, dirigida por Solomon Davies Warfield, instaló una de sus estaciones en la zona, en su línea con destino a la vecina Palm Beach. De hecho, Warfield pretendía que Indiantown se convirtiera en sede o cuartel general de la compañía. Gracias a esto, hubo grandes planes para el enclave que acabaron en saco roto por causa del abrupto final del boom inmobiliario en la Florida, la muerte del poderoso empresario y el posterior huracán de 1928 que prácticamente arrasó todo a su paso. La localidad está situada aproximadamente en el noreste del gran Lake Okeechobee y hoy cuenta con alrededor de 5.500 residentes.
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Edificio gubernamental de Martin County en Indiantown |
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City Hall en Okeechobee |
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Murales |
La ruta comenzará justo en frente al Seminole Inn, un hotel construido en la época dorada de Indiantown, con un estilo característico de las misiones católicas del suroeste americano, situado precisamente en la calle principal del pequeño asentamiento. Esta avenida fue nombrada en honor a quien trajo el progreso en forma de vías férreas, Warfield. En este punto, la también llamada carretera estatal 710 y por la que iremos en dirección noroeste intercepta la Jefferson Avenue. Mientras nos alejamos de la civilización y entramos de lleno en los paisajes rurales típicos de la península, iremos viendo por un lado, las interminables hileras de naranjos y limoneros, las miles de vacas en inmensos pastizales amarillentos en esta temporada otoñal, la abundante maquinaria agrícola y los ranchos. Alternativamente habrá largos tramos de bosques y humedales, riachuelos, lagunas y muchos animales salvajes de todo tipo. Sobre el asfalto, pasaremos por delante de algunos edificios históricos como la oficina de correos, la casa de gobierno o la gran planta generadora de electricidad del condado, que es la mayor de todo el país y que está complementada con paneles solares. También existen un par de comunidades habitadas como Clementsville y Springhaven States y los pueblos fantasmas de Zana, como una diosa de la mitología rumana y Marcy, una parada de la Florida East Coast Railroad. Después de unas dieciséis millas, alcanzaremos la línea que marca el inicio de Okeechobee County. Uno de los primeros lugares con nombre aquí es Sherman, cuya fundación se produjo a principios del siglo XX. Otro, fue el fuerte Van Swearinger, que fue ocupado en el transcurso de la segunda guerra Seminole por Thomas Sidney Jesup, quien ostentó el cargo de intendente general del ejército durante 42 años.
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Alligator en el Kissimmee River |
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Cortes de Okeechobee County |
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Edificio en el downtown |
En este otro territorio continuaremos avanzando en paralelo a las vías del tren hasta que la SR 710 termine fundiéndose con la State Road 70, también denominada SR 700. Desde ahí iremos hacia la izquierda mientras cruzamos el Taylor Creek. Poco a poco nos acercamos a los CDPs de Cypress Quarters, Barber Quarters, Whispering Pines y Basswood Estates. La capital del condado, que es además el único municipio incorporado en el mismo, la ciudad de Okeechobee, vendrá a continuación. Este asentamiento está ocupado por apenas 5.500 personas y fue establecido oficialmente en 1915, año en el que llegó el primer convoy de la conocida Florida East Coast Railroad repleto de pasajeros. Sin embargo, las crónicas hablan de una maestra pelirroja de apellido Huckabee, que vino a impartir clases a la escuela local. Su nombre de pila, Tantie, fue el primero utilizado en el lugar años antes. En la década de 1830 fue escenario de cruentas batallas entre los nativos guerreros y el ejército americano, que pretendía desterrar a todas las tribus indígenas fuera de las fronteras de la península. La zona era utilizada a su vez como fuente inagotable de recursos por la industria maderera y como es común en toda la región, comenzó a desarrollarse más profundamente a partir de 1890. Algunos pioneros como Peter Raulerson llegaron a esta zona a la que luego llamaron The Bend, aunque los oficiales de la FEC fueron los responsables de la denominación actual, cuando se hicieron con el control de la villa. Tras la desastrosa tormenta de 1928, el área quedó seriamente afectada por los fuertes vientos e inundaciones y entró en un letargo que duró décadas.
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Paisajes desde la carretera |
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Flagler Park |
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Ranchos |
Ya dentro de la pequeña urbe, iremos viendo las antiguas edificaciones, algunas en proyecto de ser restauradas. Entre ellas destacan el City Hall, la estación de bomberos y varias iglesias. También estará la más moderna sede condal y el parque central de la localidad, en el que en una parte dedicada a los veteranos combatientes estadounidenses que han participado y caído en innumerables conflictos en todo el mundo, se exhiben piezas de artillería y maquinaria bélica. El camino cambiará su nomenclatura temporalmente por Park Street, hasta el momento en que abandonemos el downtown y giremos a la derecha en la US 98. Más adelante, pasaremos Dixie Ranch Acres y Mildred, otros puntos habitados. Nuevamente en el campo, el paisaje es similar a lo visto en innumerables ocasiones a diferencia de que nunca deja de ser misterioso, apacible e incluso lejano, dando la sensación de estar contemplando un cuadro. Pese a la lluvia intermitente, seguiremos avanzando y en unas millas atravesaremos brevemente un pueblo llamado Basinger, que fue uno de los primeros asentamientos en el condado. Actualmente está escasamente poblado, mayoritariamente por las mismas familias que llegaron un siglo y medio atrás.
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Edificios en el Downtown de Okeechobee |
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Fort Basinger |
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Río Kissimmee |
Aquí aún se vive al más puro estilo Cracker, que eran los primigenios vaqueros o cowboys de esta zona de los Estados Unidos. Los sombreros de ala ancha y las botas de montar siguen siendo parte de los habitantes del área y la única diferencia se ve en la evolución que ha supuesto la tecnología y el transporte moderno, sustituyendo aunque no por completo, los caballos por camionetas Pick-ups. Sobre el terreno y una vez recorridas ya casi 31 millas desde el comienzo, alcanzaremos el ancho Kissimmee River, rodeado por el área natural de la pradera de Kissimmee. Aquí hubo enclaves ya desaparecidos como Prairie Ridge, al que llegó incluso el ferrocarril a principios del siglo XX. Al cruzar el río, estaremos en el condado de Highlands, donde inmediatamente podremos observar los terrenos que ocupó en su día el Fort Basinger. Construido por el coronel Zachary Taylor como bastión militar durante los enfrentamientos contra los Seminoles, este punto fue muy importante al estar a orillas de la vital vía de comunicación que representaba la corriente fluvial. El improvisado cuartel, era fundamental para abastecer a la cadena de fortificaciones existentes entre Tampa y el lago Okeechobee. Abandonado una vez finalizada la campaña contra los nativos, el único remanente hoy en día es el Historical Marker o cartel en el que se hace una breve reseña acerca del edificio, dedicado al teniente William E. Basinger, caído en la masacre acaecida en Dade.
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Complejo oficial en Okeechobee County |
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Naranjos |
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Turkey Vulture |
Sobre la bicicleta, la carretera continuará serpenteando, al tiempo que comenzarán a aparecer casi imperceptibles algunas variaciones topográficas, subidas y bajadas tan poco habituales en la práctica totalidad de un estado en el que la altura máxima se sitúa en apenas cien metros sobre el nivel del mar y del cual un importante porcentaje se encuentra bajo las aguas cenagosas que han sido drenadas mediante canales para poder ser habitadas o acondicionadas para su explotación agrícola. Cornwell será otro de esos Ghost Towns o pueblos fantasmas o casi despoblados que vivieron épocas bulliciosas, tiempos en los que se auguraba un Sunshine State cubierto de asfalto y se veía el progreso infinito e inagotable. A pesar de que estos visionarios no estaban muy lejos de lo que ha sido la Florida con el tiempo, diversos factores han hecho que esa evolución haya sido más lenta y no poco plagada de altibajos como en estos tiempos que corren. Por otro lado y sin duda para bien, la calidad de vida en estos parajes es realmente superior sin nada que envidiar a las grandes urbes. Las comunicaciones y la extensa red de caminos actuales permiten poder alcanzar con garantías cualquier destino y los índices de criminalidad son infinitamente más bajos.
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Murales en el Downtown de Okeechobee |
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Oficina postal en Lorida |
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Paisajes |
Más adelante atravesaremos el Hickory Hammock Wildlife Management Area, que es una reserva natural y zona recreativa ideal para acampar y contemplar la naturaleza y la vida salvaje, aunque también está permitida la caza durante determinadas temporadas. Pronto, llegaremos a los alrededores del gigantesco lago Istokpoga, cuyas dimensiones son de unas cinco millas de ancho por diez de largo, con una profundidad nunca superior a los tres metros. La actividad principal es por supuesto la pesca con innumerables campamentos y asentamientos como el homónimo Istokpoga, Spring Lake, Sunvale, Marland, Wild Island, Meadow Lane, Istokpoga Shores, Sylvan Shores o Highland Park Estates, dedicados a este fin y al turismo, ya que son miles las personas que visitan el área cada año. En las lenguas de los Seminoles, el nombre de esta balsa de agua significa literalmente \”El lugar donde nuestra gente murió,\” en referencia a un episodio en el que un grupo de integrantes de esta tribu pereció mientras intentaban cruzar de lado a lado el lago, siendo engullidos por violentos remolinos y el abundante lodo que se encuentra en sus orillas y bajo la superficie.
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Ganado pastando |
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Iglesia bautista en Lorida |
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Escuela de Lorida |
La primera mitad de nuestra travesía será completada en la pequeña Lorida, una vez alcancemos la confluencia de la carretera US 98/SR 700, la famosa Conners Highway, que unió Tampa y West Palm Beach en 1924 y la Pine Terrace, justo delante de la oficina de correos. La localidad se encuentra en un corredor industrial que enlaza la ciudad de Sebring, ya visitada en la ruta #45 y Okeechobee. Algo decadente, descolorido y silencioso, Lorida posee algunos edificios pintorescos como la antigua escuela o Schoolhouse y la iglesia bautista, situada precisamente en la calle \”Bendiciones.\” De su historia se sabe que originalmente se le llamó Istokpoga hasta 1937, pero la autoridad postal no aceptaba esa denominación por existir ya otro asentamiento homónimo. Así que se decidió utilizar un nombre muy próximo al del estado. La población estimada en esta comunidad rural no incorporada es de tan solo 1.500 residentes. Del mismo modo, estaremos casi junto a la enorme Avon Park Air Force Base y su campo de bombardeos, que ocupa una superficie de 106.000 acres. Ahora emprenderemos el regreso sobre los mismos y estrechos caminos, pudiendo contemplar nuevamente los paisajes bajo diferentes ángulos, destellos lumínicos y sombras, sobre todo en esta época de finales de otoño en la que oscurece más temprano. La ruta terminará en el mismo lugar donde todo comenzó, en la Warfield Blvd y la Jefferson Avenue, frente al Seminole Inn en Indiantown. Para la bicicleta, el avance no presentará ningún problema, ya que hay carriles o arcenes en casi todo momento, salvo alguna zona urbana en la que nos podríamos ver forzados a utilizar las aceras.
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Lake Istokpoga |