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Ruta #51 Cicloturismo en Florida |
Aprovechando la festividad de Halloween esta ruta #51, de 39 millas de extensión, se internará en los condados de Glades y Highlands por entre varios Ghost Towns o pueblos fantasmas que florecieron en estas tierras décadas atrás pero de los que hoy no veremos más que unas pocas viviendas y mucha ruina. La inmensa comarca está repleta de ranchos, vaquerías y abundante vegetación. Bajo la floresta aparecen algunos vestigios de Venus, Palmdale, Harrisburg, Hall City y Tasmania, poblaciones que quedaron en el olvido o perdieron todo el esplendor que tuvieron en otros tiempos. También atravesaremos el Fisheating Creek, una reserva nacional de la vida salvaje en la que habitan osos negros, jabalíes, panteras, caimanes y gran variedad de aves. Es uno de los principales afluentes del lago Okeechobee al que llega a través del Platt Branch Wildlife Environmental Area y el Cowbone Marsh. En general veremos un paisaje el cual durante esta época del año permanece inundado, oscuro y tupido, contrastando tremendamente con las brillantes planicies amarillentas donde pastan miles de bovinos. La tranquilidad en este lugar es absoluta, las largas y estrechas carreteras se pierden en el horizonte y lo único que escucharemos serán mugidos, aleteos y cantos entre los árboles. Además pasaremos cerca de las instalaciones de The Venus Project, organización fundada por el futurista Jacque Fresco y sus visiones de un mundo mejor basado en la tecnología y la eficiencia en la utilización de los recursos naturales. Estamos en el Bone Valley, el valle de los huesos, que es como se conoce a esta región rica en fosfatos y por ende, en animales fosilizados, que ocupa varios condados. En cuanto a atracciones turísticas, podremos visitar Gatorama, un clásico de la zona dedicado principalmente a la cría de caimanes y cocodrilos. El increíble Tom Gaskin\’s Cypress Knees Museum, desgraciadamente ha desaparecido. Un día como hoy en 1799, el jefe Creek William A. Bowles quien era de etnia caucásica, expulsó de la región oeste peninsular a españoles y estadounidenses. En 1900, ocho réplicas de un terremoto de grado cinco en la escala de Mercalli sacudieron Jacksonville y alrededores.
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Ruinas del Tom Gaskin\’s Cypress Knee Museum en Harrisburg |
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Restos del Cypress Knee Museum |
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Estación de bomberos |
Esta travesía fantasmal coincide con el día de Halloween, o el Samhain de los antiguos Celtas, para quienes significaba no solamente el final del verano, periodo de la luz; y el comienzo de la época oscura, el invierno; sino que también daba paso al año nuevo. La tradición dice que además, el estrecho espacio que separa el mundo de los vivos del de los muertos se hace más pequeño en esta fecha y por tanto, la magia o lo sobrenatural podría suceder fácilmente. All Hallows Eve o víspera de todos los santos, es de donde procede la denominación actual de la fiesta, cristianizada y extendida globalmente. Ahora, con los pies en lo terreno, nos vamos a situar en el punto de partida. Esto será en la intersección de la US 27 y la State Road 29 en el condado de Glades. Ambas carreteras nos son ya conocidas de rutas anteriores pero en diferentes latitudes. Así pues por la última citada, comenzaremos a avanzar hacia el suroeste dejando atrás lo que fue Harrisburg, el primero de los pueblos fantasmas del recorrido. Luego, en unas 0.8 millas aproximadamente giraremos a la derecha por la State Highway 74.
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Alligators o caimanes en Gatorama |
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Pantera floridana |
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Cocodrilo |
De Harrisburg no veremos más de lo que fueron unas callejuelas angostas, asfaltadas pero cortadas y tomadas por la densa y agresiva vegetación. Aquí en esta esquina aun quedan los restos de lo que fue el Tom Gaskin\’s Cypress Knee Museum, en el que se exhibían hasta hace una década las raíces sobresalientes de los cipreses a modo de esculturas naturales que especialmente desde los años \’50, eran muy cotizadas por sus formas evocadoras. Gaskin murió en 1998 y el museo sufrió en 2000 el robo de la mayoría de las piezas. Hoy sus vitrinas están casi todas rotas y los edificios, incluyendo la casa de los dueños, abandonados. Hay una altísima torre vigía de madera y metal, la estación de bomberos anexa y unos pocos edificios en ruinas. Desde este preciso punto por el que pasaban las antiguas vías férreas de la Atlantic Coast Railroad que conectaban la ciudad de Haines con Everglades City, mucho más al sur; surgía un ramal que iba hasta Lake Harbor. Curiosamente, el nombre, proviene de Harris Machinery, la maquinaria que se utilizó para instalar el trazado ferroviario.
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Vías del tren a través de Palmdale |
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En Palmdale |
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En Gatorama |
En el corto tramo inicial de la State Road 29 y mientras dura la temporada lluviosa en el trópico, encontraremos terrenos sumergidos y zonas cenagosas en las que nadan los silenciosos y expectantes caimanes. Sobre la Highway 74 se aprecian los interminables campos en los que pastan miles de cabezas de ganado que vagan por las altas y amarillas hierbas que brillan con el sol y el agua de lluvia creando contrastes y colores increíbles. Mirando en dirección norte, se ve no tan lejos una frondosa masa de bosque por la que discurren numerosos arroyos y riachuelos. Las brumas blancas transparentes que no nos permiten ver más allá y el murmullo constante del entorno nos transportan a otra dimensión extraña, flemática. Por aquí está Hall City, otro Ghost Town que nació bajo la figura del reverendo George F. Hall, venido de Chicago a principios del siglo XX. Llegó a tener unos 100 habitantes y estuvo conectado también a la línea de ferrocarril aunque en la década de 1920 desapareció. Las tierras son hoy propiedad de la Lykes Brothers Corporation, quienes llegaron a ser los mayores terratenientes de Florida y los novenos en todos los EEUU, con sus negocios basados en la ganadería, agricultura e incluso el transporte marítimo,
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Casas y fincas con ganado |
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Águila pescadora |
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Camuflaje |
A las diez millas y media, sin que el paisaje se altere en lo absoluto salvo en la cantidad de árboles de fondo, llegaremos a la confluencia donde nace la Tasmania Road. Ahora emprenderemos la marcha hacia el norte en otro tramo en el cual es probable que tampoco nos crucemos con ningún ser humano. No hay casas ni evidencia alguna de la civilización fuera del asfalto y las alambradas de los ranchos ganaderos. La tranquilidad de no vernos rodeados del tráfico y los ruidos típicos de la ciudad se convierte en ocasiones en tensión porque al vernos pasar, los alligators corren veloces a sumergirse en las aguas a pocos metros del pavimento. Igualmente, en el lado izquierdo tendremos el Clay Slough y pronto atravesaremos el Rainey Slough, un ecosistema pantanoso y oscuro en el que el suelo permanece gran parte del año inundado, cubierto de raíces de cipreses muertos que apuntan hacia el cielo como espinas negras entre el verdor de las algas y las sombras de las ramas de centenares de coníferas en las que infinidad de grandes aves revolotean y emiten sonidos, mientras otras secan sus plumas a la luz y el calor de los pocos rayos de sol que logran colarse a través de tanto impedimento y balanceo natural.
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Paisajes |
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Jabalíes |
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Restos óseos |
A la derecha continúa apareciendo de igual manera el misterioso Fisheating Creek National Wildlife Refuge entre la espesa neblina y cuyas venas líquidas cruzaremos mediante varios puentes situados sobre la misma Tasmania Road. De vez en cuando, veremos algún camino de tierra que delimita grandes parcelas, aisladas fincas con caballos y unas pocas construcciones de madera venidas a menos con los techos hundidos y aquéllas puertas y ventanas que no fueron clausuradas que siguen golpeando los marcos ruidosamente al tiempo que son movidas por el insistente viento de finales de octubre. Hongos, gigantescas setas, murmullos del rio, las hojas mecidas por las ráfagas de aire y el olor a humedad están siempre presentes en el ambiente. La lista de depredadores salvajes en esta reserva natural se extiende con zorros, linces, los agresivos jabalíes, osos y serpientes venenosas. En las alturas, las auras y buitres acechan la carroña que en ocasiones escasea y se ven obligados del mismo modo que garzas, aguiluchos e ibises a escarbar en las turberas en busca de lombrices.
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Al entrar en Highlands County |
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Las ruinas |
La carretera va serpenteando al tiempo que comienza a ser llamada County Road 731. No obstante, la vía es la que nos va guiando. Primero hacia el este y luego al norte. Entonces llegamos a lo que fue Tasmania, actualmente con un puñado de viviendas y otras destartaladas edificaciones de madera dejadas a merced de los elementos. Este pueblo fue creado en 1888 junto Fisheating Creek por el doctor J. B. Ingraham quien reclamó las tierras aledañas mediante el Homestead Act. El nombre homónimo al de la isla australiana fue cambiado en 1916 presuntamente por un curtido marino. Hasta los años 30\’ fue una comunidad relativamente próspera ya que contaba con dos escuelas, una oficina de correos y un Trading Post o tienda en la que se vendían e intercambiaban artículos de todo tipo. No obstante, las actividades de la zona se limitaban básicamente a la extracción de la trementina de los pinares cercanos, la agricultura y la ganadería. Sin embargo, la gran depresión de finales de la década de 1920 y la llegada del ferrocarril que fue trazado circunvalando o evitando el área y mermando la economía aun más, hizo que los habitantes fueran abandonando la localidad paulatinamente hasta su total desaparición.
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Paisajes |
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Algunas casas habitadas |
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Flores silvestres y musgo |
En esos tiempos de penurias financieras que coincidieron además con el periodo de la ley seca o prohibición del alcohol, los productores ilegales o Moonshiners, llamados así por operar amparados por el brillar de la luna sobrevivían bajo el peligro constante a base muchas veces de sobornos a la policía, chantajes, tiroteos y escarceos mafiosos. A día de hoy, todo eso es pasado. La County Road 731 sigue su curso y en un corto espacio entraremos en Highlands County. Aquí el paisaje comienza a variar levemente con la aparición de algunas gigantescas plantaciones de cítricos y granjas de animales. La carretera hace otro giro hacia el este y comenzamos a ver pequeños establecimientos comerciales, iglesias y más movimiento de vehículos y personas. Las calabazas talladas o Jack-o-Lanterns con motivo de Halloween se ven por todas partes del mismo modo que las telarañas, esqueletos, fantasmas, sábanas blancas y lápidas decoran los jardines de las casas cercanas. Así todo, la paz que se respira es envidiable.
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En el portón de un rancho |
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Paisaje predominante |
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Dome House por el camino |
También en los alrededores se encuentra la base de operaciones de un famoso Think Tank o Tanque de pensamientos, una de tantas organizaciones dedicadas de una forma u otra o por diversos motivos a marcar el destino de las sociedades, las tendencias económicas o las modas a nivel mundial. Es The Venus Project, con su lema: Beyond Politics, Porverty and War, más allá de la política, la pobreza y las guerras. Es idea de Jacque Fresco y está dividido en dos ramas que son por un lado una empresa sin ánimo de lucro y por otro una corporación comercial. En estas modernas instalaciones Fresco y su equipo planean estrategias para el desarrollo sostenible, evitar el daño ecológico en lo posible y diseñan avanzados edificios y ciudades donde la automatización es pieza clave, así como la eficiencia de la energía y los recursos consumidos que es a la vez el objetivo y propósito de su concepto. Su fundador clama que la sociedad es corrupta debido al uso del dinero y que esto se debe solucionar usando valores físicos en su lugar. Además, esto se realizaría mediante un sistema computarizado que controlaría y/o asignaría los materiales a sus destinatarios en todas las transacciones. La Cybernation o cybernación.
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Tasmania Road
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Ganado vacuno |
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En Venus |
Más adelante, por la misma calle, llegaremos a Venus, una diminuta comunidad no incorporada situada algo antes de la antigua y original localidad, Old Venus, que es ahora otro Ghost Town en el que aun perduran algunas casas. Originalmente se le llamó como al riachuelo, Fisheating Creek o más bien, Upper Fisheating Creek Settlement. También recientemente y debido a la disponibilidad de terrenos que rondan los 4.000m² la comarca está acogiendo nuevos pobladores. El pueblo original lo encontraremos hacia el este llegando nuevamente a la US 27. Precisamente, lo veremos sobre la vía del tren de la Atlantic Coastline, línea de la que era una parada más. No es mucho lo que queda del asentamiento primigenio salvo escombros y ladrillos viejos, remanentes tras el incendio que destruyó el lugar años atrás. Se cuenta que el nombre fue dado por el propietario de uno de los aserraderos, quien solía ir a buscar suministros a la ciudad de Arcadia. Viajaba de noche, guiándose por la posición en el firmamento del planeta Venus. Al avanzar por el último tramo de la County Road 731 llegaremos a su final y nos incorporaremos hacia el sur girando a la derecha en la US Highway 27, que nos llevará hasta el punto de partida, a exactamente diez millas de distancia. Sin embargo, antes vamos a entrar nuevamente en el condado de Glades.
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Rancho |
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Aviso de osos |
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Estampas |
No es ninguna sorpresa ya a estas alturas lo que veremos de fondo, vegetación, árboles, plantaciones, vacas, ciénagas, ranchos y asfalto. Lo que sí impresiona es contemplar los carteles amarillos de la carretera que nos avisan y recuerdan constantemente del posible encuentro con los escurridizos osos negros. Unas millas hacia adelante está la entrada o acceso a lo que los Seminoles llamaban Thlothlo Popka Hatchee, el \”Riachuelo de comer peces,\” o más poéticamente: \”Donde los peces son comidos,\” el Fisheating Creek NWR, donde una de las actividades principales es recorrer las aguas infestadas de alligators en canoas y kayaks. El entorno, que hasta hace pocos años pertenecía también a la Lykes Brothers, alberga varios yacimientos arqueológicos de la llamada Belle Glade Culture, de hasta 1.000 años antes de nuestra era, Ya casi al final de la jornada llegaremos a Palmdale, que da cabida a una de las más impresionantes atracciones turísticas de la Florida desde 1957, Gatorama, un recinto que alberga infinidad de caimanes, unos 3.000, y la mayor cría de cocodrilo americano en cautividad de Norteamérica. Durante el verano, celebran el Hatching Fest, un festival que dura diez días, en los que eclosionan los huevos. La localidad como tal, de unos 330 moradores, surgió igualmente gracias al ferrocarril que aun pasa en paralelo al pavimento. Ahora, solamente nos quedará alcanzar por última vez la State Road 29 en Harrisburg para completar la fantasmal travesía. Sobre la bicicleta estaremos en todo momento sobre los arcenes de las carreteras con más afluencia de vehículos. En el resto y pese a la carencia de carriles especiales el tráfico no será un problema.
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Fisheating Creek |