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Ruta #33 Cicloturismo en Florida |
La ruta #33 de cicloturismo en Florida recorre 73 millas de ida y vuelta exclusivamente dentro del condado de Collier al oeste de la ciudad de Miami en el estado del sol, el Sunshine State. Partiendo del diminuto y casi olvidado pueblo de Copeland, un claro ejemplo de la dureza de la vida en los pantanos, pasaremos por dos parques estatales que son el Fakahatchee Strand Preserve y el Picayune Strand Forest, ambos bosques recuperados ya casi totalmente de la desaparición del ecosistema ocurrida a principios del siglo XX, cuando la industria maderera mermó por completo el primero y la especulación inmobiliaria dejó una huella aún visible en el segundo. En este caso, la ciudad que nunca se llegó a desarrollar mantiene sus calles con nombre, canales y puentes en una imagen desoladora y al mismo tiempo peligrosa, pues nos estaremos moviendo una vez más en bicicleta dentro del hábitat de la esquiva pantera de la Florida y del oso negro. En algunos mapas toda esta área aparece con la denominación de Royal Fakapalm. Finalmente visitaremos Goodland y la turística isla de San Marco, en las cercanías del Collier-Seminole State Park y la ciudad de Naples. Un día como hoy en 1969, la misión Apollo X despegaba de Cape Canaveral. En 1985, varias ciudades permanecían en alerta debido a la proliferación de incendios forestales a lo largo y ancho de la península.
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Agua dulce y salada entre los manglares |
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Iglesia de Copeland |
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Fakahatchee Station |
Saldremos de Copeland, por cuyos alrededores hemos estado con brevedad previamente en las rutas #14 y #31. Se trata de un pequeño pueblo de unos 275 habitantes fundado en 1932 por dos empresarios de Miami, J. B. Janes y Alfred Webb. Por entonces era llamado Lee Cypress, denominación originada por la compañía maderera creada por J. C. Turner junto a Edward Swartz y William Burton. Entre 1947 y 1957 la empresa pasó a llamarse Lee Tidewater Cypress Company y terminó deforestando los alrededores. El aserradero y la línea ferroviaria dejaron de funcionar marcando el declive del asentamiento y en 1966 vendieron casi todas sus posesiones a la inmobiliaria Gulf American Land Company. El enclave sería renombrado en honor a uno de sus más notables residentes y terratenientes, el ingeniero de la marina de los Estados Unidos David Graham Copeland, quien ayudara en el diseño y creación del Tamiami Trail, la carretera que permitió en la época unir las ciudades de Tampa y Miami, un hito histórico incomparable, ya que anteriormente, esta zona estaba completamente aislada del mundo por encontrarse en la región pantanosa de los Everglades. Hasta entonces la única forma de salir al exterior era por medio de embarcaciones. Desgraciadamente, es un lugar con un índice de escolaridad paupérrimo donde actualmente no existe ningún comercio operando.
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Black Vulture |
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Ciervo de cola blanca |
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Cattle Egret |
Precisamente sobre la CR 837/Janes Memorial Scenic Drive, donde los hermanos Janes tenían su almacén de víveres; y la intersección con el histórica Lee Cypress Drive; el Turnstile Drive y la Church Street; comenzaremos esta travesía. Iremos primeramente en dirección noroeste durante casi doce millas por la misma calle que en ocasiones serpentea desviándose al oeste o hacia el norte. Poco después de abandonar Copeland, pasaremos la estación de rangers del Fakahatchee Strand Preserve State Park, situada entre lagos artificiales creados al extraer materiales de construcción. Ahora el asfalto desaparecerá y el suelo se volverá muy irregular. Mientras tanto nos internaremos en el bosque en el que pronto nos veremos rodeados de vida salvaje y exuberante vegetación. Pese a todo, por estas fechas aún las grandes lluvias del verano no han comenzado y los terrenos no estarán sumergidos en los pantanos. El paisaje continúa siendo impresionante pero el agua siempre da un toque de misterio e incertidumbre al mismo tiempo que nos acerca a la fauna de este medio.
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Janes Scenic Drive saliendo de Copeland |
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Calles en Picayune Forest |
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Alligator |
El Fakahatchee Strand Preserve State Park está situado al oeste del Big Cypress National Preserve y es conocido como \”El Amazonas de Norte América.\” Se trata de un bosque cenagoso de unas cien millas cuadradas. Sin embargo, llegó a desaparecer casi por completo en la primera mitad del siglo XX mayoritariamente debido a la tala masiva de árboles. Posteriormente la construcción de los canales de drenaje truncaron el fluir natural de las aguas de los Everglades, el eterno y lento rio de Sawgrass, lo que comprometió seriamente el entorno. Hoy está casi totalmente restaurado y alberga una increíble variedad de especies animales donde destaca la siempre misteriosa pantera; el oso negro, los intimidantes caimanes y el no menos codiciado por su piel, visón americano. En cuanto a la flora, es el único lugar en el mundo donde el ciprés calvo comparte el lecho boscoso con la palma real. Además, existen 44 especies de orquídeas y 14 de bromeliáceas endémicas que convierten el enclave en la capital continental de estas plantas, de acuerdo a la agencia de parques estatales.
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Una intersección en el Picayune Strand Forest |
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Por el Tamiami Trail |
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Tortugas en los canales |
Al final de la vía nos toparemos con el Picayune Strand Forest State Park, otro bosque situado justo al oeste del anterior y está surcado por centenares de calles como si de una ciudad fantasma se tratase. Esto se debe a que la citada Gulf American Land Company desarrolló el lugar construyendo centenares de millas de canales y caminos asfaltados con nombre y todo, en lo que sería uno de los grandes escándalos y timos conocidos como Swampland in Florida, o tierras cenagosas en la Florida, un término que se ha extendido a casi todos los países de habla inglesa debido a su repercusión y a las numerosas ocasiones en las que ha sucedido. La empresa parceló y desarrolló el asentamiento y vendió los terrenos durante la temporada de sequía, muchas veces a personas que vivían en otros estados sin ni siquiera visitar sus futuras propiedades. A otros les mostraban el hermoso entorno desde avionetas. Luego cuando venían las lluvias, todo quedaba completamente inundado bajo las aguas en su ciclo natural. En total, unos 17.000 compradores adquirieron un promedio de 10.000 metros cuadrados por cabeza. La urbe iba a ser llamada South Golden Gate Estates. En 1978 la compañía se declaró en bancarrota mientras los terrenos vacíos eran utilizados como pistas de aterrizaje por traficantes de drogas. En 1985, el estado junto al gobierno federal comenzó a recomprar las tierras para permitir la restauración del ecosistema en un costoso proceso que duró hasta 2006.
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Faka Union Canal |
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Antiguo puente a la isla |
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Marco Island |
Regresando a la ruta en bicicleta, esta continúa desde el final de la Janes Memorial Scenic Drive en el Picayune Strand Forest donde iremos hacia el oeste por Stewart Blvd. Este otro camino sigue siendo de tierra durante un tramo hasta que volvemos al asfalto de la ciudad fantasma. Muchas de las calles están cerradas al público debido a las obras de restauración del entorno que incluye la canalización del agua en un intento por permitir el fluir natural de los pantanos. Otras vías anteriormente pavimentadas han sido eliminadas quedando simplemente el vacío entre diferentes bloques de bosque. Además, en algunas avenidas la vegetación ha tomado control al mismo tiempo que en otras, los carteles con el nombre de la vía, la señalización y las líneas amarillas que separan los carriles permanecen en su sitio. De vez en cuando unos letreros amarillos nos informarán y recordarán de la presencia de la pantera. Pocas fueron las viviendas que llegaron a construirse aunque últimas fueron demolidas hace poco. No obstante, justo al sur de la I-75 quedan algunas fincas habitadas. Después de unas seis millas y media y tras cruzar nada menos que tres puentes e innumerables intersecciones, llegaremos a la Miller Blvd, por la cual giraremos a la izquierda.
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Manglares cerca de Goodland |
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Manglares |
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Saliendo de Marco Island |
Al avanzar alrededor de tres millas y media en dirección sur volveremos a los caminos de tierra, la vía se cerrará para los vehículos a motor y recorreremos el último tramo antes de salir del bosque sobre una pista de apenas dos kilómetros que desembocará en el Tamiami Trail. Aquí iremos hacia el oeste nuevamente durante una milla y media dejando el Collier-Seminole State Park a la izquierda. Este parque alberga la barcaza original encargada de dragar los canales y construir el Trail conocida como Bay City Walking Dredge que constituye un adelanto histórico de la ingeniería mecánica por entonces. El entorno es básicamente un ecosistema costero donde agua dulce y salada se fusionan entre las raíces de los manglares. Este paisaje nos envolverá durante algunas millas más cuando giremos hacia el sur en la San Marco Road, la carretera 92 que nos guiará hasta Marco Island. Esta es estrecha y carece de arcén por lo que con la bicicleta debemos ser precavidos. Pasaremos por el Royal Palm Hammock y el Goodland Bridge, nombre que recibe el puente que cruza sobre la homónima bahía que es a su vez la denominación de una pequeña comunidad pesquera de 300 habitantes que yace en este extremo de la ínsula desde finales del siglo XIX. Por entonces, Johnny Roberts fundaría el pueblo aunque más tarde lo vendería a Samuel A. Pettit. El viaducto original fue construido en 1938 y sus restos se pueden ver desde la moderna estructura Salvo los fines de semana en que Goodland se llena de turistas, el enclave sigue manteniendo en cierto modo la tranquilidad de antaño.
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Turkey Vulture |
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Vivienda en Marco Island |
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Iglesia de San Marco |
Marco Island está en el extremo norte del parque estatal de las diez mil islas y la Rookery Bay National Estuarine Preserve, siendo la ínsula de mayor tamaño y una de las pocas habitadas, ya que estos islotes han sido ocupados históricamente por los nativos americanos. Esta en particular ya estaba poblada por los indios Calusa, presuntamente descendientes de los Mayas que emigraron al norte desde el año 4.000 antes de Cristo. Esta tribu construía plataformas sobre el mar a base de aglomerar millones de conchas marinas. Los Mounds eran utilizadas como sitios de enterramiento y ceremonias, al mismo tiempo que los protegía de los huracanes. El territorio fue bautizado como San Marco por los exploradores españoles en el siglo XVI. Durante el siglo XVIII los Calusa fueron desapareciendo y los Seminoles tomaron su lugar hasta que alrededor de 1870, el primer \”Collier\” desembarcó en este punto al que llamó Collier City. La primera oficina postal recibió el nombre de Malco y hacia 1895 se descubrió uno de los más impresionantes yacimientos de artefactos tribales del país. Luego vendría Barron G. Collier quien increíblemente no tenía ningún vínculo familiar con su predecesor W. T. Collier. Este compraría en 1922 gran parte de Marco Island. Después de la depresión económica de los \’30, todos los proyectos de desarrollo quedaron congelados hasta 1962 cuando la empresa constructora Mackle se hizo con el islote por la suma de $7.000.000 de dólares. Una de esas tentativas había ocurrido en 1927 cuando un \”Sindicato\” neoyorquino recibió luz verde para incorporar nuevamente el enclave como Collier City.
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Apartamentos en Marco Island |
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Condos en Collier Blvd |
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Collier Blvd |
En la parte sur de la isla estuvo el antiguo emplazamiento llamado Caxambas, del que queda el nombre en un parque y algunos comercios. Este es uno de los enclaves más añejos de la costa del golfo ya que data de 1771. La voz deriva de Caxymbas, de las lenguas Arahuacas y describe los agujeros que hacían los indios cerca de la costa para buscar y almacenar agua potable. Actualmente Marco Island es un lugar repleto de canales artificiales navegables, hoteles de lujo, marinas, grandes mansiones y condominios. Entre estos Resorts destaca el histórico Olde Marco Inn fundado en 1896 por William D. \”Captain Bill\” Collier. La renta per cápita es relativamente elevada a pesar de la extensa población cercana a los 15.000 habitantes. Durante el invierno, hasta 35.000 personas llegan a concentrarse en esta localidad. Entre las personalidades que residen en esta curiosa isla se encuentra la cantante Shania Twain, el astronauta Michael Collins, el bajista de Tenacious D John Spiker o los golfistas Gene Sarazen, Pat Bradley y Ken Venturi, entre otros deportistas de élite, músicos y artistas en diferentes disciplinas. Volviendo a la ruta, una vez alcanzado el Collier Blvd, encontraremos la línea de playas obstruida por las majestuosas edificaciones de recreo. Desde este punto, tendremos que regresar por todo el camino en sentido inverso hasta Copeland para completar el recorrido.